Crianza respetuosa en la escuela: qué significa realmente y cómo impacta en la vida diaria de tu hijo o hija

Cada vez más padres buscan una educación diferente, donde su hijo o hija no solo aprenda matemáticas o lectura, sino también habilidades emocionales y sociales que le ayuden a crecer seguro y feliz. Aquí es donde entra la crianza respetuosa en la escuela, un enfoque que va más allá de la disciplina tradicional para crear un ambiente de confianza, empatía y autonomía.

En este artículo, te explicamos qué significa realmente aplicar la crianza respetuosa en el aula y cómo puede transformar la experiencia escolar de tu niña o niño.

1. Se validan emociones todos los días

En una escuela con crianza respetuosa, no se minimiza lo que siente un niño o niña.
Ejemplo: si tu hija dice “Estoy triste porque no me eligieron para el juego”, la maestra responde: “Entiendo que te sientas así, debe ser difícil no ser elegida”. Esto le permite reconocer sus emociones y sentirse comprendida.

2. Los conflictos son oportunidades de aprendizaje

Cuando dos niños o niñas discuten porque quieren el mismo juguete, en una escuela tradicional la respuesta puede ser quitarlo para que “nadie lo use”.

En una escuela con enfoque respetuoso, la maestra interviene con calma y dice: “Veo que los dos quieren el carrito. ¿Qué les parece si uno lo usa mientras el otro juega con la pista, y después se cambian?”.
Así, el niño y la niña aprenden a esperar, compartir y encontrar soluciones sin sentirse castigados.

3. Se fomenta la autonomía con pequeñas decisiones

Los niños y niñas tienen voz en su propio aprendizaje.
Ejemplo: la maestra pregunta “¿Qué canción prefieren cantar hoy para iniciar la clase?”. Este tipo de decisiones sencillas refuerzan su autonomía y la confianza en que su opinión cuenta.

4. La disciplina es positiva, no punitiva

En lugar de recurrir a castigos, se busca que los niños y niñas comprendan la consecuencia de sus acciones.
Ejemplo: si tu hijo o hija tira agua a propósito en el salón, en vez de un regaño, la maestra explica: “El piso quedó mojado y alguien puede resbalarse. Vamos a limpiar juntos para que esté seguro”.

De esta manera, el niño o niña entiende la importancia de reparar y cuidar el espacio, en lugar de sentirse culpable o avergonzado

5. Se construye una relación cercana con la familia

La crianza respetuosa no termina en la escuela. Los docentes mantienen comunicación abierta con los padres para compartir avances, retos y logros del niño o niña, logrando que familia y escuela trabajen como un equipo

Conclusión

La crianza respetuosa en la escuela no es una moda, es un camino hacia una educación más humana que pone en el centro el bienestar emocional y el aprendizaje integral de cada niña y niño.

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